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Así debes combinar los alimentos

Combinar bien los alimentos es esencial para aprovechar los nutrientes y controlar el peso

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Así debes combinar los alimentos

© Chris Lawton - www.unsplash.com

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Incluir en nuestra dieta alimentos sanos y nutritivos es fundamental, pero también debemos tener en cuenta cómo los combinamos.

Según los expertos que defienden esta corriente, los grupos de alimentos requieren diferentes tipos de enzimas en el estómago y en los intestinos para poder ser digeridos. Además, el tiempo que necesitan también es diferente. Cuando mezclamos determinados alimentos al mismo tiempo, se puede originar fermentación de azúcares y putrefacción de proteínas en el estómago y, como consecuencia, provocar gases e inflamación. Y lo que es peor aún, el organismo no podrá absorber ni aprovechar correctamente todos los nutrientes.

Por el contrario, los beneficios de combinar correctamente los alimentos son evidentes a corto plazo. Facilita las digestiones y ayuda a la mejor asimilación de los nutrientes, lo que evita que tengamos gases y la barriga hinchada. Por consiguiente, después de comer nos encontraremos menos pesados y con más energía para continuar con nuestras tareas. Además, ayuda a las personas que están a dieta a bajar o controlar el peso. Todo ello, se traduce en un mejor estado de ánimo.

Por tanto, en este caso, el orden de los factores sí altera el producto. Entonces, ¿cómo combinar correctamente los alimentos? En primer lugar, cuantos menos alimentos distintos mezcles, mejor harás la digestión; y, aunque sean del mismo grupo, procura no utilizar demasiados en cada comida.

Otras pautas importantes

No mezclar alimentos ácidos con carbohidratos

La mayoría de las frutas ácidas (naranjas, kiwi, mandarina, fresa, piña) liberan su contenido en fructosa rápidamente y necesitan poca digestión. Pero inhiben la de los hidratos de carbono. Por tanto, no tomes una pieza de fruta de postre.

Por el mismo motivo, los tomates no deben combinarse con alimentos ricos en almidón (patatas, maíz, arroz), porque sus componentes ácidos impiden la digestión de los almidones. Evita el arroz con tomate.

La fruta se debe comer sola

La fruta es el alimento que se digiere más deprisa, en unos 20 minutos. Por tanto, tómala sola y una media hora antes o una hora después de comer. Procura también tomar frutas dulces por un lado y ácidas por otro. En cuanto al melón y la sandía, no las mezcles con otras.

Las proteínas animales, con verduras sin almidón

La carne, pescado, queso y huevos necesitan grandes cantidades de ácido en el estómago y unas tres horas para su digestión. Por ello, toma estos alimentos solos o acompañados de verduras y hortalizas sin almidón como, por ejemplo, una ensalada. Evita el pollo asado con patatas, pasta boloñesa, salmón a la plancha con arroz y olvídate de preparar platos mar y montaña. Podemos, sin embargo, mezclar proteínas de origen vegetal diferentes en un mismo plato (frutos secos, semillas y algas), ya que tienen una estructura química más simple.

Toma los alimentos ricos en almidón solos o con verduras

El arroz, patatas y pasta pueden combinarse con todo tipo de verduras y legumbres. Por ejemplo, las lentejas con arroz es un plato completo y muy nutritivo; pero evita la carne, es decir, el chorizo o la panceta.

Los almidones y azúcares tampoco deben mezclarse con frutas y proteínas. Por ejemplo, tomar cereales con fruta es un error.

Mezcla con moderación grasas con proteínas o con almidones

Las grasas combinan bien con todos los grupos, excepto las frutas. Pero si ya cuesta digerir la proteína, sobre todo de origen animal, mejor no mezclarla con grasas. Si hacemos una ensalada con muchos frutos secos, alíñala con limón.

No tomes líquidos mientras comas

Hay que evitar tomar líquidos durante las comidas para no diluir los jugos gástricos ni las enzimas necesarias para hacer el proceso de la digestión. Procura beber un cuarto de hora antes y dos horas después de comer.  

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07 de enero de 2019

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