La migraña es un tipo de dolor de cabeza o cefalea, que afecta a más de 3,5 millones de españoles. Tienen una importante repercusión en la calidad de vida de las personas que la padecen porque resultan incapacitante, ya que durante las crisis se siente con imposibilidad de llevar a cabo cualquier tarea laboral, social o familiar. A diferencia del clásico dolor de cabeza que podamos sufrir de forma esporádica, la migraña (o jaqueca, que es lo mismo), puede prolongarse hasta dos o tres días. Además, está acompañada de algunos síntomas como náuseas, visión doble o intolerancia a la luz.
A pesar de su relevancia el 20-25% de las personas que sufren de migraña nunca ha consultado su dolencia con el médico. En este sentido, los especialistas indican que diagnosticar los casos de migraña adecuadamente es clave, puesto que un remedio inadecuado podría llegar a cronificar el problema. Y, cuando esto se produce, hay pacientes que llegan a sufrir más de 15 días al mes de dolor de cabeza. En estos casos, la migraña provoca una reducción en la calidad de vida, pero, además, puede favorecer depresiones y abuso de consumo de analgésicos u otras medicaciones.
Tratamiento
Para combatir los dos principales obstáculos que se presenten en la terapia, escaso diagnóstico y el tratamiento inadecuado, la población debe concienciarse de que no es lo mismo un dolor de cabeza pasajero que una migraña, y de que a esta última hay que darle la importancia que se merece. El primer paso es acudir al médico de cabecera pero si no se consiguen resultados óptimos, el paciente ha de insistir hasta que le deriven a un neurólogo.
Por supuesto, no es buena idea automedicarse con analgésicos como el paracetamol o con antiinflamatorios (ibuprofeno), porque, además de que tienen una eficacia limitada, el tratamiento inadecuado puede provocar el efecto contrario al deseado, con la aparición de cefaleas asociadas al uso excesivo de medicación.
El dolor de cabeza y las migrañas pueden estar causadas por algunos hábitos y estilo de vida: demasiado estrés, falta de sueño, cambios en la temperatura, ciclo menstrual, y también la alimentación (y deshidratación).
Por tanto, cambiar algunos de esos hábitos te ayudarán a mejorar los síntomas y te protegerán de las molestas migrañas. Sigue algunos de nuestros consejos, que por supuesto son complementarios a una medicación correcta.
- Duerme entre 7 y 8 horas diarias.
- Practica ejercicio físico frecuente.
- Opta por una dieta equilibrada y variada.
- Deja de tomar aquellos alimentos que observes que te producen crisis de migrañas.
- Evita el alcohol. Sobre todo si contiene burbujas (ácido carbónico), el alcohol es reconocido por la mayoría de pacientes migrañosos como un gran desencadenante de crisis.
- Mantén una hidratación adecuada. Bebe líquido antes de notar la sensación de sed. En ese momento, el cuerpo ya se encuentra un poco deshidratado, y puede provocar dolor de cabeza.
