La tiroides es una glándula con forma de mariposa que se encuentra a la altura del cuello y que segrega hormonas llamadas tiroideas que regulan el metabolismo y se encargan de múltiples funciones de nuestro organismo.
Las hormonas tiroideas tienen un papel fundamental en todas las etapas de la vida, por eso es necesario que los especialistas identifiquen si existe riesgo de padecer problemas de tiroides, ya sean alteraciones funcionales, patología benigna o bien maligna, con el fin de que el paciente pueda beneficiarse de las estrategias de prevención, de los métodos de diagnóstico precoz y de los tratamientos más actualizados y personalizados.
Pero, antes de todo ello, es importante que la persona sepa detectar cuándo algo no va bien. Conocer los signos característicos de los problemas tiroideos puede ayudar al diagnóstico precoz.
Las disfunciones del tiroides más comunes son el hipotiroidismo, hipertiroidismo y los nódulos tiroideos. Aunque afecta al cuerpo de manera distinta, tienen algunos síntomas comunes que pueden dar la voz de alerta. Estos son los más fáciles de reconocer:
- Cansancio o fatiga.
- Aumento o pérdida de peso.
- Cambio del estado de ánimo, más tendencia a la depresión, angustia…
- Sentir frío.
- Piel seca, caída del cabello, uñas frágiles.
- Estreñimiento.
- Dificultad para concentrase y problemas de memoria.
- Dolor de garganta, ronquera, hinchazón del cuello, etc.
Cuando se tienen varios de estos síntomas es conveniente visitar al médico para que nos realice las pruebas pertinentes y descartar que tengamos ésta u otra enfermedad.
