La jubilación anticipada supone adelantar el momento en el que descansaremos de la actividad laboral y podremos empezar a disfrutar de una nueva vida, con más tiempo libre. Suena muy bien, pero es fundamental valorar las consecuencias de optar por este tipo de jubilación.
¿Por qué? Por un lado, tiene puntos positivos: permite empezar antes el descanso y empezar a cobrar antes la pensión de jubilación, lo cual para algunos es un factor a considerar si es su deseo acceder a un merecido descanso tras un alarga vida laboral y para otros puede ser una buena opción si, por ejemplo, estaban en paro y habían agotado la prestación por desempleo. Además, la jubilación anticipa también el acceso a beneficios sociales de los pensionistas, como pueden ser viajes o precios especiales en ciertos servicios como el transporte urbano.
Ésas son las ventajas pero también hay inconvenientes. El principal es que los ingresos que empezaremos a obtener, procedentes de las pensiones públicas, serán menores a los que obtenemos en la vida laboral, lo que hace más importante el haber contado con una buena planificación y ahorro privado para complementar esa pensión pública.
Otro inconveniente es que la jubilación anticipada conlleva normalmente un recorte en la pensión con respecto a aquella que correspondería para la jubilación ordinaria; un recorte que puede ser más o menos significativo en función de los años de carrera laboral.
Por eso, conviene analizar los pros y los contras antes de tomar una decisión. En algunos casos, la jubilación anticipada puede compensar: por ejemplo, si la base de cotización es tan alta que se accede a la pensión máxima aunque se anticipe la jubilación y se apliquen los recortes, o en casos en los que la prioridad sea realmente el descanso y los ciudadanos cuenten con un ahorro privado -u otra fuente de ingresos- suficiente como para contrarrestar el recorte en las pensiones públicas. Una buena planificación, y los cálculos pertinentes, ayudarán a tomar la decisión en cada caso concreto.
¿Cómo es la reducción en la pensión?
Los coeficientes reductores sobre la pensión (efectivos desde la primera prestación y aplicables a todas) para aquellos que se jubilen anticipadamente de manera voluntaria serán del 8% por cada año adelantado con hasta 38 años y seis meses cotizados; del 7,5% para quienes hayan cotizado entre 38 años y seis meses y menos de 41 años y seis meses; del 6,8% para los que estén entre 41 años y seis meses cotizados y menos de 44 años y seis meses, y del 6,5% para quienes hayan cotizado igual o más de 44 años y seis meses. Con algunas excepciones y otros coeficientes reductores para mutualistas y en los casos de jubilaciones anticipadas debido a la naturaleza penosa, tóxica, peligrosa o insalubre del trabajo o personas con discapacidad. Quiero jubilarme antes de tiempo. ¿Qué condiciones y requisitos he de cumplir?
Para los que se jubilen de forma forzosa, los coeficientes reductores que se aplicarán sobre la pensión serán, por cada año de adelanto respecto a la edad legal, del 6% para los que hayan cotizado más de 44 años y medio; del 6,5% para los que tengan entre 41 años y medio y 44 años y medio cotizados; del 7% para los que cuenten con entre 38 años y medio y 41 años y medio cotizados, y del 7,5% para aquellos que tengan 38 años y medio cotizados o menos.
Un ejemplo práctico
Vamos a suponer que la pensión anual neta es de 28.000 euros. A su vez, vamos a suponer tres escenarios de cotización distintos que darán lugar a distintos coeficientes reductores: 38 años y seis meses cotizados, 40 años cotizados y 45 años cotizados.
Comparando la jubilación ordinaria a los 67 años, que será la edad legal que quede fijada en 2027, con la opción de jubilarse dos años antes, a los 65 años, comprobamos que, cuanto más dilatada sea nuestra carrera de cotización, menor será el impacto en el cálculo de la pensión al optar por la jubilación anticipada. Así, una pensión anual neta de 28.000 euros se convertirá, si accedemos a la jubilación anticipada, en una pensión anual neta de 23.520 euros si acreditamos 38 años y seis meses de cotización, en 23.800 si acreditamos 40 años, y de 24.360 si hemos cotizado 45 años. En términos de diferencia anual, estamos enfrentándonos a reducciones netas de entre 3.640 euros y 4.480 euros.
En términos totales y, aunque la jubilación anticipada nos lleva a cobrar la pensión durante más años que la jubilación ordinaria, normalmente vamos a percibir un importe total inferior al que percibiríamos optando por la jubilación ordinaria, diferencia que se incrementará cuantos menos años de cotización acreditemos y por tanto mayor coeficiente reductor nos apliquen.
