Los gastos que tendremos en la jubilación serán menores, pero también diferentes, y todo dependerá de las necesidades y situación de cada uno. Las circunstancias de cada persona, su situación personal y de salud, su nivel de vida, las expectativas que se tienen una vez jubilado, las actividades que se quieran realizar o la forma en que se quiera vivir determinarán también los gastos.
La pensión pública de jubilación cubre en España en torno a un 80% del salario anterior al retiro, de forma que los que se jubilen ahora no tendrán que moderar demasiado sus gastos para mantener el nivel de vida. Pero también deberán tener en cuenta que, si surgen gastos inesperados como por ejemplo derivados de problemas de salud, quizá la pensión pública no sea suficiente. Además, los retos demográficos y la insostenibilidad del sistema público hacen previsible que esa cifra baje de forma significativa en el futuro, cubriendo cada vez una menor parte del salario.
Por eso, lo ideal sería contar con ahorro privado para cubrir el gap que no cubrirá el Estado, pero, en caso contrario, o en el caso de que ese ahorro privado sea insuficiente, ¿cómo se pueden reducir los gastos una vez jubilados?
Ahorrar en los gastos fijos mensuales
Algunos de esos gastos se reducirán casi automáticamente con el cambio en los hábitos que supone la jubilación. Por ejemplo, podrás ahorrar en el transporte, sea público o privado (si usabas el coche, ahorrarás en gasolina), porque ya no tendrás que desplazarte al lugar de trabajo. Aunque sigas moviéndote, probablemente esos desplazamientos no serán tan frecuentes como antes. Y, en el caso del transporte público, serán más baratos, con las tarifas de jubilados. También podrás reducir otros gastos asociados con la vida laboral, como los gastos en ropa y calzado. O en alimentación: por ejemplo, si tu jornada laboral te exigía comer fuera de casa a diario, ahora puedes ahorrar comprando en el supermercado a precios más bajos y elaborando tus comidas.
Eso sí, al pasar más tiempo en casa y tener más tiempo libre deberás cuidar que los gastos de luz, calefacción o teléfono no se disparan. Y también habrá que vigilar los gastos de ocio, como la televisión digital, el cine, el teatro o los viajes, aunque en este punto los precios para jubilados facilitan realizar estas actividades a un coste muy atractivo. Y además, en los viajes podrás ahorrar, eligiendo momentos fuera de temporada para desplazarte. Tendrás poder para elegir fecha y precio y tomar el control de tu tiempo libre, sin estar atado al trabajo.
¿Y si surgen otros gastos?
Con la crisis actual, son muchos los jubilados que ayudan a sus familias, en el paro, con su pensión pública. Si es tu caso, deberás cuidar esos gastos para cubrirte en el supuesto de que te surjan imprevistos importantes. Además, si aún no has terminado de pagar la hipoteca, es importantísimo que te organices para poder seguir cubriendo las cuotas sin problemas en un momento en el que no puedes trabajar y generar los ingresos necesarios.
Gastar más de lo que se ahorra
Rebajar el nivel de gastos es esencial porque en la jubilación lo que se hace fundamentalmente es gastar, sin tener ingresos por trabajo (aunque sí se pueden contar con otros ingresos procedentes de las inversiones o rentas). Pero en general, se gastará más de lo que se ingresa y habrá que hacer cábalas para que los ahorros duren a lo largo de toda la vida.