Después de los excesos propios de las fechas navideñas, llega la dura y empinada cuesta de enero. Es tiempo, por tanto, de abrocharse el cinturón y reducir los gastos que no sean vitales; se trata de hacer más con menos.
En primer lugar, para controlar el gasto, debemos contabilizar el dinero que ingresamos para luego descontar los pagos fijos de los que difícilmente nos podemos deshacer: hipoteca o alquiler, luz, agua, gas, teléfono e Internet, alimentación y hogar, transporte, etc. Aunque es cierto, que podemos limitar su uso y ahorrar –existen medidas de bajo coste, o sin coste alguno, que pueden reducir nuestro gasto en energía entre el 10 y el 40 %–. Por ejemplo:
- La temperatura a la que programamos la calefacción condiciona el consumo de energía. Por cada grado que aumentemos la temperatura, se incrementa el consumo de energía aproximadamente en un 7 %. Una temperatura de 21 ºC es suficiente para sentirnos cómodos dentro del hogar.
- Para los casos en los que la vivienda esté vacía durante un número de horas elevado, se recomienda sustituir el termostato normal por otro programable, en el que se puede fijar la temperatura según la franja horaria. No necesitan de obra alguna y su precio en el mercado oscila entre 150 y 200 euros.
- Pequeñas mejoras en el aislamiento pueden conllevar ahorros energéticos y económicos de hasta un 30 % en calefacción. Los sistemas de doble cristal o doble ventana reducen prácticamente a la mitad la pérdida de calor.
- Cerrar el agua del grifo cuando no se utiliza (en el afeitado, en el cepillado de dientes). Un grifo abierto consume alrededor de seis litros por minuto. En el caso de la ducha, este consumo se incrementa hasta diez litros por minuto.
- Si todavía tienes grifos independientes para el agua fría y caliente, cámbialos por un único grifo de mezcla (monomando). Los sistemas de doble pulsador o de descarga parcial para la cisterna del inodoro también ahorran una gran cantidad de agua.
- Apaga la vitro y el horno un poco antes de finalizar la cocción: el calor residual será suficiente para acabar el proceso.
- Sustituye las bombillas incandescentes por lámparas de bajo consumo. Para un mismo nivel de iluminación, ahorran hasta un 80 % de energía y duran ocho veces más. Cambia, con prioridad, las que más tiempo están encendidas.
- No dejes luces encendidas en habitaciones que no esté utilizando y siempre que sea posible, aproveche la iluminación natural.
En cuanto a los gastos en alimentación y hogar, compra sólo lo que necesites, lo básico. Llevar la lista de la compra al supermercado es fundamental para ahorrar; toca privarnos de caprichos y así equilibrar el presupuesto.
Por supuesto, no dejarnos tentar por las rebajas que empiezan también en enero. Seguro que no necesitamos tantas cosas como a veces pensamos. Las ofertas y promociones las podemos aprovechar para abaratar la cesta de la compra.
Por último, apunta cada gasto que realices en una libreta para llevar un control.
