La inflación es un fantasma para los ahorradores, sobre todo en el largo plazo. Es un enemigo a batir para poder mantener el poder adquisitivo a lo largo de los años, es decir, para, con el capital acumulado, tener la posibilidad de comprar lo mismo con el tiempo. Y también es la razón por la que no guardamos los ahorros debajo del colchón o por la que nos vemos abocados a llevar nuestro dinero a productos que ofrezcan la posibilidad de aumentarlo, más allá de dejarlo en cuentas de ahorro toda la vida.
Los precios de los productos y de los servicios suben con el tiempo y eso tiene un efecto en tu bolsillo porque eso significa que, aunque ahorres un dinero, en el futuro podrás adquirir menos productos de los que puedes comprar en el día de hoy. Si el kilo de manzanas sube desde el euro actual a 2 euros dentro de 20 años, con los 1.000 euros que tienes ahorrados hoy y que te permitirían comprar 1.000 kilos, dentro de 20 años solo podrás comprar 500. De esta manera, la inflación se va comiendo los ahorros, casi sin darnos cuenta.
La única solución es hacer crecer esos 1.000 euros de forma que en el futuro puedas seguir comprando la misma cantidad de manzanas que en el presente. A eso se le llama mantener el poder de compra. Y mantener el poder de compra significa hacer crecer los ahorros en la misma medida que lo hacen los precios, o la inflación.
¿Es importante en la jubilación?
Sí, es clave. Igualar o batir a la inflación es fundamental para los ahorradores a largo plazo, sobre todo para asegurarnos de que, una vez llegado el momento de la jubilación, no nos encontremos que el dinero que hemos ahorrado hace 20 años no nos llega para vivir.
Por ejemplo, si ganas 20.000 euros al año y te quedan 20 para jubilarte, y calculas que, con la pensión pública que te quedará has de tener ahorrados 100.000 euros para mantener tu nivel de vida en la jubilación, la verdad es que pasados esos 20 años necesitarás en realidad más de 100.000 para poder mantener el nivel de vida que tienes hoy. Si la inflación acumulada en esos años (que dependerá del crecimiento y las condiciones económicas) es del 20%, necesitarás tener 120.000 euros ahorrados en realidad. Por eso, cada vez que escuches un dato de inflación, recuerda también la importancia que esto tiene para tu situación futura.
¿Cómo hacer crecer los ahorros para superar a la inflación?
Lo primero que hay que considerar es en qué niveles está la inflación, para poder determinar cuánto riesgo es necesario asumir en las inversiones. Porque, normalmente, cuando más riesgo asuma, también tendré posibilidad de obtener más ganancias, y viceversa. En las economías desarrolladas, en el corto plazo la inflación por lo general se mantiene en torno al 3%-4%, pero, con la última crisis el crecimiento económico es más bajo y también la subida de precios. El año pasado, en España subieron los precios un 0,2% pero las previsiones apuntan a que esta cifra subirá.
Considerando esta situación, el ahorrador tendrá que elegir productos que le ofrezcan rentabilidades superiores a ese dato, pero también teniendo en cuenta que, si la inflación sube, en la misma medida tendrá que llevar sus ahorros a vehículos que permitan ganar lo mismo, o más que el dato de inflación. Para no tener que estar moviendo el dinero constantemente, es más recomendable optar por productos que ofrezcan un margen más amplio que la inflación, cubriéndose ante futuras subidas de los precios por encima de lo esperado. Y, cuanto más lejos se esté de la jubilación, más riesgo se podrá asumir en las inversiones.
Hasta hace poco, los depósitos bancarios a uno o dos años ofrecían rentabilidades del 3% y 4%, que bastaban para superar la inflación, pero ahora ofrecen mucho menos, en un entorno de tipos de interés más bajos. Conviene buscar productos alternativos y más aptos para el ahorro a largo plazo, que no obliguen a tener que estar continuamente moviendo los ahorros para el futuro. Por ejemplo, están los seguros, los fondos de inversión o los planes de pensiones.
Estos últimos ofrecieron el año pasado una rentabilidad media cercana al 9%, permitiendo batir con creces a la inflación. De hecho, en todas las categorías de planes, los partícipes de los planes de pensiones del sistema individual ganaron muy por encima de la inflación, que en 2018 se situó en el 1,6%.
Por eso los expertos recomiendan que el capital en depósitos o cuentas de ahorro sirvan como ahorro de emergencia, del que echar mano cuando se necesite. Pero recomiendan invertir el resto en productos con los que se pueda batir fácilmente a la inflación a largo plazo.
