El líquido es esencial para la vida. De hecho, aproximadamente dos tercios del peso de una persona es agua. Por eso, la hidratación es fundamental para el buen funcionamiento del organismo: regula el buen funcionamiento de todas las células, favorece el transporte de nutrientes, elimina toxinas, mantiene la temperatura corporal y previene el estreñimiento.
Como consecuencia de la actividad diaria se van perdiendo líquidos (a través de la respiración, de la piel con la sudoración, etc.), que es necesario reponer porque, de lo contrario, se puede producir la temida deshidratación.
El primer síntoma de deshidratación es la sed, que aparece cuando el organismo ha perdido el 1 % de los líquidos. Es, por eso, que siempre se recomienda tomar líquidos antes de sentir sed, sobre todo en las personas mayores y los niños. En el caso de las personas mayores, el principal problema es que tienen el mecanismo de regulación térmica deteriorado y no sienten sed cuando deberían.
Si no hemos tomado líquido antes, y sentimos sed, debemos hidratarnos rápidamente, porque si se alcanza una pérdida del 2 % se reduce el rendimiento y a partir del 5 % se puede producir una aceleración del ritmo cardíaco, apatía, vómitos, debilidad y calambres musculares.
¿Cómo evitar la deshidratación?
Para evitar la deshidratación es clave mantener el balance hídrico, es decir, ingerir la misma cantidad de líquidos que perdemos. De este modo, el contenido de agua de los tejidos se mantiene constante. Algunos consejos prácticos:
- Sin la realización de ninguna actividad física se pierden al día entre dos y tres litros de líquido de nuestro organismo (piel, sudor, orina…). Por tanto, bebe entre 1,5 y 2,5 litros de líquido diarios, incluso más si se realiza actividad o esfuerzos físicos o hace calor.
- Mientras trabajas, ten siempre a mano una botella de agua.
- Amplía la variedad de líquidos que tomas. Se ha observado que se bebe más cuanto mayor es la diversidad de sabores.
- Bebe antes de tener sed; esta sensación aparece de forma tardía, cuando ya existe cierto grado de deshidratación.
