Las coviviendas (cohousing por su término en inglés), es una comunidad en la que sus habitantes, dueños de sus propios espacios residenciales privados, comparten espacios comunes. Dependiendo de las comunidades, los espacios compartidos serán más o menos extensos, pero en todo caso lo que se persigue con esta solución residencial es un mayor nivel de interacción con la comunidad. Además de este beneficio social, se consiguen también otros beneficios económicos o ambientales, al costear de manera repartida recursos que de otro modo deberían ser abordados de manera individual.
Con origen en los países nórdicos, esta aún emergente modalidad residencial se ha extendido fundamentalmente en Norteamérica, con diversas comunidades operativas a lo largo y ancho de Estados Unidos y Canadá.
La forma de propiedad más extendida es la de propiedad privada con zonas comunes para los residentes, aunque también existen modalidades de condominio y cooperativas de viviendas.
El cohousing, una opción para la jubilación
Esta modalidad de convivencia empieza a hacerse presente entre aquellos que buscan una forma de vida y residencia en la jubilación alternativa a la vivienda habitual, a vivir con familiares o a las residencias tradicionales.
Estas “cooperativas de mayores” (concepto conocido en inglés como “senior cohousing”), aportan diversas ventajas, entre las que se encuentran:
- Fomento del envejecimiento saludable: Entre los espacios que frecuentemente se comparten se encuentran instalaciones relacionadas con actividades físicas como pilates o yoga. También otro tipo de actividades siempre con el objetivo de facilitar las relaciones sociales.
- Involucración de los habitantes en el proyecto desde las primeras fases: Estas comunidades se desarrollan a medida según deseos e indicaciones de sus futuros habitantes en cuanto al diseño de las edificaciones, espacios comunes, infraestructuras, optando en muchos casos por soluciones amigables con el medioambiente y el entorno.
- Los espacios compartidos, el centro de gravedad de la comunidad: Aunque cada residente mantiene su espacio privado, la comunidad gira en torno al espacio común, zona de encuentro y convivencia que permite a los jubilados relacionarse y combatir la soledad que en muchos casos está presente en este colectivo. Además, el hecho de haber diseñado el proyecto en común promueve una convivencia más distendida y amistosa. La ventaja es que el jubilado mantiene su privacidad cuando es lo que demanda sin renunciar al contacto social en los momentos que desee.
- Los cuidados relacionados con la tercera edad, más accesibles: Las zonas comunes pueden facilitar la prestación de servicios relacionados con los cuidados o las situaciones de dependencia cuando acaezcan, como mansajes u otras terapias, ayudando entre otras cosas a reducir los gastos hospitalarios.
El senior cohousing en España
Siendo una modalidad relativamente desconocida, los proyectos de convivencia entre jubilados en España empiezan a asomar, con un alto grado de satisfacción entre los involucrados. Ciudades como Madrid o Málaga cuentan con proyectos de referencia.
