El Estado de Bienestar se puede definir como aquella partida de gastos sociales contemplada en los presupuestos públicos. De forma más extensa, este concepto comprende la actividad de los gobiernos orientada a proveer determinados servicios sociales y basada en las transferencias personales para la redistribución de la renta así como el suministro público de asistencia sanitaria, servicios educativos, vivienda y otros servicios asistenciales.
Aunque existen antecedentes de cooperación social que se remontan varios siglos atrás, las raíces del Estado de Bienestar moderno germinaron en Europa, y es en esta región donde ha alcanzado mayores cuotas de desarrollo, en contraste por ejemplo al escaso tamaño que ha alcanzado en países como Estados Unidos, donde en primera y casi única instancia se delega la responsabilidad sobre la provisión de estos servicios al propio individuo. Este modelo tiende a promover más la riqueza y el emprendimiento pero a costa de una mayor desigualdad social al proporcionar subsidios más limitados en alcance y cuantía.
Los dos antecedentes históricos del Estado de Bienestar
Leyes Nuevas, China, Siglo XI
Bajo el gobierno de la dinastía Song, se reconocía la responsabilidad por parte del Estado para proveer a los ciudadanos de servicios que cubriesen las necesidades más elementales. A través de estas leyes, se pusieron en marcha una serie de préstamos agrícolas y se llevó a cabo un sistema de salarios regulados y prestaciones de jubilación y ayudas para ancianos y enfermos.
Leyes de Pobres, Inglaterra, Siglo XVII
Fueron establecidas por la reina Isabel en 1601, fijaban un impuesto permanente a propietarios y arrendatarios de tierras que era recaudado por las parroquias, que debían disponer de las medidas necesarias para socorrer a mendigos y vagabundos, y cuidar de ancianos y enfermos. Estas leyes distinguen por primera vez entre pobres incapaces y pobres capaces, los cuales deben trabajar para recibir las ayudas.
Los inicios del sistem moderno en Europa
Es la Alemania de Bismarck de finales del siglo XIX, en 1883, la que crearía los pilares del sistema de bienestar moderno basado en el principio de contribución, mediante el que se obligaba a los trabajadores a financiar mediante cotizaciones un sistema de protección social.
Este sistema se extendería por diversos países europeos durante las primeras décadas del siglo XX. A finales de los años 20, el sistema de bienestar se había extendido a 22 países en el mundo, todos ellos europeos. Durante mediados del siglo XX, continúo la expansión del Estado de Bienestar en otros países, aumentando la cobertura del mismo, tanto en porcentaje de población cubierta como en número de riesgos y contingencias que se contemplaban.
En la actualidad, más de 140 países cuentan con sistemas de protección social basado en estos principios.
El Estado de Bienestar en España
Los primeros pasos del Estado de Bienestar en España tuvieron lugar durante el periodo de la Restauración con el establecimiento de la Comisión de Reformas Sociales en diciembre de 1883.
Otro hito fundamental, ya unas décadas después, fue la promulgación de la Ley de Bases de la Seguridad Social, que se hizo efectiva en 1967 y es la base principal del actual sistema de la Seguridad Social. Con esta Ley se empiezan a prestar algunos servicios de forma gratuita o con ayudas.
El periodo 1964-1975 es clave en este sentido, pues son los años donde se constituye el entramado institucional de los diferentes sistemas de protección social que llega hasta la fecha actual, mientras que en el periodo 1975-1988 asistimos a un proceso de universalización del Estado de Bienestar.
