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Distintas categorías de Planes de Pensiones y sus características

Existe una amplia gama de planes de pensiones. Conoce sus características y cuales se adecúan a tus necesidades

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Distintas categorías de Planes de Pensiones y sus características

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Los planes de pensiones son un producto que ha ganado una considerable popularidad en España en los últimos tiempos. Son vehículos seguros, que abarcan un amplio espectro de necesidades de inversión, con una estricta supervisión, y favorecidos con interesantes ventajas fiscales para promover el ahorro para la jubilación.

Es importante conocer las distintas categorías de planes de pensiones, puesto que, aunque comparten todas las características previamente mencionadas, difieren en un aspecto fundamental: en los activos en los que invierten, característica que puede hacerlos aptos o no aptos según sea el perfil de riesgo del inversor.

Activos en los que invierten

Es importante aclarar primero que los planes de pensiones no son vehículos de inversión, sino que son entidades jurídicas que se adscriben a un fondo de pensiones, que son patrimonios creados con el fin de dar cumplimiento a los planes de pensiones.

Por tanto, cuando hablamos de que un plan de pensiones invierte en determinado tipo de activos, debemos tener en cuenta que quien realmente adquiere esos activos es el fondo de pensiones al cual se encuentra adscrito.

Un fondo de pensiones puede invertir en una variedad muy amplia de activos, que deben tener cabida e ir alineados con la política de inversión del fondo, la cual deberá estar perfectamente detallada en las especificaciones del mismo.

Para clasificar los planes se utilizan los dos tipos de activos más conocidos. Son dos categorías amplias, pues contemplan diversas subcategorías, pero son de fácil comprensión:

  1. Renta fija: Son títulos negociables con la finalidad de captar fondos directamente del público, por los que el emisor se compromete a pagar unos intereses y a devolver el principal en unos momentos prefijados, siendo la forma más habitual la amortización única a su vencimiento. Puede ser privada (empresas, generalmente grandes) o pública (gobiernos, comunidades autónomas u otros organismos). La principal subcategoría es la que distingue en renta fija a corto plazo (títulos con vencimiento cercano) y renta fija a largo plazo (títulos con vencimiento a 10, 20 o 30 años)
  2. Renta variable: Lo que popularmente conocemos como “bolsa” o acciones. Una acción es un título que representa una parte del capital social de una sociedad anónima. El inversor que compra acciones de una empresa se convierte en socio propietario de parte del negocio. Estos socios propietarios se llaman accionistas. Las empresas sólo emiten una cantidad limitada de acciones

A priori, con alguna matización, la inversión en renta fija es una inversión más conservadora y segura que la inversión en renta variable, de perfil más especulativo y volátil. La renta variable aspira a mayores revalorizaciones que la renta fija, si bien el escenario de pérdidas potenciales es también superior.

Categorías de planes de pensiones

La patronal del sector de fondos de inversión y planes de pensiones, Inverco, distingue las siguientes categorías:

  • Garantizados: en estos planes existe la garantía de un determinado rendimiento. Esta garantía suele recaer en un tercero, ajeno al plan de pensiones. Es importante aclarar que estos planes suelen estar sujetos a ciertas condiciones de permanencia que es importante conocer y contrastar que encajan en nuestras necesidades.
  • Renta fija corto plazo: No pueden contener renta variable. La duración media de la cartera de renta fija no puede ser mayor de dos años. (menor duración implica menor riesgo).
  • Renta fija largo plazo: No puede contener renta variable y en este caso la duración media de la cartera de renta fija es mayor a dos años.
  • Renta fija mixta: Su proporción de renta variable no puede exceder el 30%.
  • Renta variable mixta: Podrá invertir en renta variable en un porcentaje que oscilará en todo momento entre el 30% y el 75%.
  • Renta variable: su cartera se compone de renta variable en al menos un 75%.

¿Qué categoría se adapta a mis necesidades?

Hay diversos factores que definen el perfil de riesgo en un ahorrador. Uno de ellos es el patrimonio: una persona de patrimonio elevado suele tener mayor tolerancia al riesgo que una persona con menor patrimonio, pues su “margen de maniobra” es mayor.

Independientemente de esto, y enfocándonos en el ahorro para la jubilación, es importante recordar que el perfil de riesgo va evolucionando a medida que el ahorrador se va aproximando a su jubilación.

Así, un individuo en sus primeros años en el mercado laboral tiene por delante un horizonte hasta su jubilación de más de 30 años. Se enfrenta a un plazo largo y tiene margen de maniobra. Se puede permitir e incluso debe ser “decidido” respecto a su perfil de riesgo. Una opción acertada sería situarse en un plan de renta variable.

A medio camino entre el debut laboral y la jubilación, digamos con un horizonte de 15 años para la jubilación, seguimos contando con un plazo relativamente largo, pero menos que antes y además hemos acumulado un ahorro que debemos proteger. Nuestro perfil de riesgo es “moderado” y una opción acertada sería un plan mixto, donde la parte de renta fija protege nuestro capital y la de renta variable nos permite aspirar a mayor rentabilidad sin excesiva exposición.

En los últimos años de nuestra vida laboral, con la jubilación a 5 o 7 años vista, nuestro principal objetivo debe ser la preservación del capital. Debemos ser conservadores pues nuestro margen de maniobra es muy limitado. La opción más razonable sería situarnos en un plan de renta fija, preferiblemente a corto plazo, o en uno garantizado si las condiciones de vencimiento coinciden con nuestras necesidades.

Es importante matizar que la categoría de planes de pensiones anteriormente descrita está ordenada de menor a mayor riesgo, siendo los planes garantizados los más conservadores y los planes de renta variable los más “decididos”. En caso de duda, es muy recomendable siempre acudir a nuestro banco o asesor para asegurarnos de que no nos desviamos de nuestra planificación financiera con productos que no se adaptan a nuestras necesidades.

¿Y si quiero despreocuparme?

Para aquellos que prefieran delegar en los profesionales de la gestión el "tránsito" de su perfil de riesgo a lo largo de los años, existen lo que se conocen como "Planes de ciclo vital"

De esta manera, lo único que debe hacer el que los suscribe es elegir un plan que tenga un vencimiento cercano a su fecha de jubilación, siendo el propio plan el que va migrando automáticamente las posiciones en las que invierte desde las más decididas al principio de la vida del plan hacia las más conservadoras cuando se acerca el final, que es precisamente cuando se acerca la jubilación de quien lo suscribe.

Esta es una buena manera, por tanto, de asegurarse de que tu ahorro estará siempre acorde a las necesidades de tu momento vital.

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01 de julio de 2019

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