El ejercicio físico es muy beneficioso para la salud cardiovascular y también para que nuestro cuerpo no pierda flexibilidad ni elasticidad, imprescindibles para conservar la agilidad en nuestros movimientos. Además, es fundamental para mantener a raya el colesterol y el sobrepeso.
Motivos suficientes para ganar la partida a la pereza y salir a caminar o practicar senderismo, golf, cicloturismo, etc. Pero si no tienes mucho espíritu deportivo o dispones de poco tiempo, te proponemos una serie de ejercicios que puedes hacer en casa y que te ayudarán a estar en forma. Recuerda estirar y calentar los músculos antes y después de empezar.
- La esterilla es un elemento básico y esencial para hacer ejercicios en el suelo. En Internet encontrarás numerosas tablas de abdominales, flexiones, estiramientos, etc.
- Sentadillas, ideales para tonificar las piernas y los glúteos. Coge el palo de la escoba, pásalo por detrás de los hombros y sujétalo con ambas manos. Coloca los pies juntos y con la espalda recta da un paso hacia delante con la pierna derecha y agáchate sin que la rodilla izquierda pegue contra el suelo. Incorpórate, recupera la postura inicial y repite el ejercicio 10 veces. Ahora, cambia de pierna.
- Marca la cintura. Coge de nuevo el palo de la escoba, estira los brazos delante de tu cuerpo, mantén los pies juntos, la espalda recta y gira el pecho hacia la derecha y hacia la izquierda.
- Sube y baja las escaleras de tu casa o edificio varias veces al día. Es muy sano para el corazón y fortalece las piernas.
- Con la ayuda de unas mancuernas o pesas, aparatos muy económicos, ahuyentarás la flacidez de tus brazos. ¡También puedes coger un kilo de arroz con cada mano y subir y bajar los brazos!
- Coge una bola de espuma, de las típicas antiestrés, y mientras estás descansando, aprieta y relaja. Así ejercitarás las manos y los músculos del antebrazo.
- Las gomas elásticas o tensores, que puedes encontrar en cualquier tienda de deporte, te ayudarán a fortalecer el cuerpo, estirando y relajando los músculos de brazos y piernas.
- La típica bola o pelota de pilates nos servirá también para hacer un montón de ejercicios, muchos de ellos relacionados con el equilibrio: siéntate sobre ella y con los pies muévete hacia delante y hacia atrás o apoya la tripa sobre la bola, sube los pies en ángulo recto con el resto del cuerpo y camina con las manos mientras la bola se desliza por tu cuerpo.
- No permanezcas sentado más de una hora seguida. Levántate a beber un vaso de agua, a regar las plantas o pasea por las estancias.
- Bailar es también muy sano y divertido. Escoge la música que más te guste y anima a tu pareja para que te siga el ritmo.
Si tienes espacio en tu casa, también puedes comprar una bicicleta estática o una cinta de correr. Colócala delante de la televisión y recorrerás varios kilómetros sin darte cuenta. Ahora bien, antes de adquirir este tipo de aparatos, mentalízate de que realmente los vas a utilizar porque, como adorno, son demasiado grandes y costosos. Además, existe un variado mercado de segunda mano de este tipo de productos. También hay aparatos más pequeños y menos costosos diseñados para el hogar, como plataformas vibratorias, pedales, etc.
Otra opción es contratar a un entrenador personal, que acudirá a tu casa con un programa de ejercicios personalizado. La parte negativa es su elevado precio y la positiva es que no tendrás escapatoria…