Los españoles están preocupados por el sistema de pensiones públicos y esa inquietud afecta a casi todos. Pero además existe un elemento de desconfianza y pesimismo. En total, el 41% de los ciudadanos españoles considera que, cuando se jubile, el sistema estatal de pensiones no funcionará.
Eso desvela el estudio "Las pensiones y los hábitos del ahorro en España", elaborado por el Instituto BBVA de Pensiones, que muestra, a la inversa, que solo el 56% de los españoles manifiesta no tener dudas acerca de la continuidad del sistema público de pensiones cuando llegue el momento de su retiro.
Destacan por tener una visión más positiva los hombres, y quienes se encuentran más próximos a la edad de jubilación, en la medida que tienen más certeza de que el sistema público seguirá funcionando. Entre los jóvenes la incertidumbre es mayor, pues el momento de su retiro laboral es más lejano y desconocen lo que sucederá hasta entonces.
La crisis económica y la evolución demográfica son dos de los motivos que explican este pesimismo. Además, las últimas reformas del sistema de pensiones público, que amplían la edad de jubilación y aumentan los años de cotización necesarios para recibir la totalidad de la pensión, además de tener en cuenta más años para realizar los cálculos y vincular la prestación a la esperanza de vida y a las condiciones económicas y las cuentas estatales, podrían estar contribuyendo a esta negativa percepción. Las reformas pasadas y presente: qué son los cambios paramétricos.
Llamada a la cautela: el sistema no desaparecerá
Pero los expertos son cautos a la hora de hablar de la desaparición del sistema público de pensiones. En general, el consenso deja claro que el sistema no desaparecerá, sino que seguirá funcionando, aunque posiblemente dejará en el futuro prestaciones más modestas o que cubran un menor porcentaje del último salario. Las pensiones públicas podrían cubrir un porcentaje cada vez menor del último salario. Es una de las matizaciones de Julio Fernández, profesor del IEB.
También Rafael Doménech, economista jefe de Economías Desarrolladas en BBVA Research y miembro del Grupo de Expertos designado por el Gobierno para diseñar la última reforma, explica que solo si no hay crecimiento económico la cuantía inicial bajará al ligarla a la esperanza de vida. El factor de sostenibilidad: ¿cómo me afecta? Y también explica que no se perderá poder adquisitivo a la hora de actualizar cada año las prestaciones si hay crecimiento económico y el déficit del sistema español no es estructural. El factor de revalorización: ¿perderé poder de compra?
Las reformas, indican los expertos como Ángel Martínez Aldama, director general de Inverco, se realizan precisamente para hacer sostenible un sistema que ahora no lo es. Con todo, para otros las reformas no garantizan la sostenibilidad del sistema: desde la fundación Edad&Vida creen que los cambios realizados hasta ahora, y los planteados con la última ley que se aprobará próximamente, son insuficientes para la viabilidad del sistema a largo plazo.
