Suele afirmarse que los niños vienen con un pan debajo del brazo pero lo cierto es que, siendo posiblemente una de las mejores experiencias de la vida para mucha gente, suponen un importante cambio en las finanzas de las familias. Se estima que la manutención de un hijo desde que nace hasta que cumple los 18 años ronda, en media, los 150.000 euros. Es decir, algo más de 8.000 euros anuales a sumar a la economía doméstica por cada hijo.
Muchos padres, no obstante, no solo se centran en planificar su propia economía para abordar estos gastos que implican criar a un hijo, sino que van más allá, y comienzan a pensar en la necesidad de ir generando un ahorro para ayudar a sus hijos en el futuro, a la hora de independizarse, irse a estudiar a la universidad o dar la entrada de un piso. Puede parecer que es pensar muy a largo plazo, pero ese es precisamente el principal secreto del éxito del ahorro: la antelación y la constancia.
Algunos se preguntarán cómo plantearse ahorrar para un hijo recién llegado cuando tiene el reto de abordar un gasto de aproximadamente 150.000 euros por delante. Y no les falta cierta razón. Hay necesidades presentes difíciles de eludir. Pero, ¿y si el ahorro planificado con tanta antelación requisiese solo un pequeño esfuerzo?
Con frecuencia, pensamos en ahorrar cantidades que consideramos relevantes y que suele costar juntarlas. Pero el ahorro a largo plazo consiste en otra cosa. ¿Te privarías de un café al día por el futuro de tu hijo?
Supongamos que, desde el nacimiento, inviertes un euro diario para ayudar a tu hijo en el futuro. Suponemos, e exclusivos efectos ilustrativos, una rentabilidad media neta anual del 4%. Esto es lo que podrías conseguir:
- A los 18 años, contaría con 9.500 euros para iniciar sus estudios universitarios o disfrutar de un curso en el extranjero.
- A los 25 años podría independizarse apoyándose en el ahorro que acumula, de aproximadamente 15.500 euros.
- Con 30 años contaría con un ahorro acumulado de casi 21.000 euros, que le permitiría pensar en dar la entrada para una vivienda.
- ¿Y si tu hijo decidiese continuar tu legado y mantener la costumbre de ahorrar un euro diario hasta que se retire, como hucha para su futura jubilación? En este caso acumularía a la edad de 65 años aproximadamente 112.000 euros, una cantidad que le permitiría complementar su futura pensión de jubilación y asegurarse un retiro tranquilo.
Todo esto, a partir de un pequeño sacrificio de privarse de un café diario. Porque los grandes retos de ahorro se construyen, con frecuencia, con aportaciones modestas.
