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La jubilación de los atletas olímpicos: ser medallista o no

Analizamos las claves para que estos profesionales, con carreras cortas, alcancen una jubilación a la altura

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La  jubilación de los atletas olímpicos: ser medallista o no

© Kovop58 - www.shutterstock.com/es

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Los deportistas profesionales son un colectivo con importantes particularidades a la hora de afrontar su jubilación. Si bien tendemos a pensar en los casos de mayor éxito, que frecuentemente son jugadores “top” en deportes “top”, que obtienen unos salarios con los que parece que no hay mucho motivo para la preocupación futura, estos no son ni mucho menos los casos más frecuentes y representativos. Y aun así, no siempre las situaciones privilegiadas garantizan una jubilación tranquila si no se planifica correctamente: Según un reciente estudio de la revista Sports Illustrated, el 60% de los jugadores de la prestigiosa liga americana de baloncesto NBA se declaran sin fondos en un plazo de no más de cinco años desde su retirada. En el caso de los jugadores de la liga de fútbol americano NFL, ese porcentaje se sitúa en el 79%.

El principal escollo de la vida profesional de un deportista es su corta duración. Dependiendo de la disciplina y de la propia evolución del deportista en cuanto a rendimiento o lesiones, en el mejor de los casos se puede desarrollar la actividad durante un plazo de 15 o 20 años, en los que los que los ingresos no estarán probablemente distribuidos equitativamente, sino que habrá unos comienzos y quizá un ocaso donde el nivel retributivo sea menor.

Es decir, los deportistas concentran su carrera profesional, al menos la dedicada a esta ocupación, en un periodo de tiempo que es la mitad o menos de la mitad que la carrera profesional estándar de otros trabajadores. Hay que planificar por tanto con mucha minuciosidad los años posteriores a la retirada deportiva.

El convenio especial con la Seguridad Social

Este convenio especial permite la inclusión en el Régimen Especial de Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos a los deportistas de alto nivel, mayores de dieciocho años que, en razón de su actividad deportiva o de cualquier otra actividad profesional que realicen no estén ya incluidos en cualquiera de los Regímenes del Sistema de la Seguridad Social. Deberá acreditarse la condición de deportista de alto nivel.

De este modo, los deportistas profesionales podrán cotizar y cubrirse ante situaciones de Incapacidad Permanente, Muerte y Supervivencia derivadas de contingencias comunes, Jubilación, Servicios Sociales y Asistencia Sanitaria.

Planificación y ahorro, imprescindibles

Pese a optar por cotizar en la Seguridad Social como hemos visto anteriormente, esto no será suficiente para lograr una jubilación adecuada. La mayoría de los deportistas profesionales encuentran una ocupación una vez finalizada la vida deportiva. Algunos siguen vinculados al deporte, otros toman caminos diferentes. En cualquier caso, suelen ser actividades profesionales en las que los ingresos suelen acercarse más al ingreso y a la cotización de un trabajador medio. Además hay que tener en cuenta que la pensión de jubilación se calcula en base a las cotizaciones inmediatamente anteriores al hecho causante (actualmente los últimos 19 años) y que en todo caso la pensión pública máxima está topada por ley.

Los deportistas tienen más necesidad de planificar la jubilación que otros Por tanto, parece inevitable que los deportistas profesionales dediquen parte de los recursos de sus mejores años al ahorro para su futura jubilación teniendo en cuenta todas estas particularidades.

Principales puntos a tener en cuenta por estos profesionales

  • Siempre visión de largo plazo, especialmente en el momento álgido de la carrera. Esos años no durarán siempre y es imprescindible tener en cuenta que es necesario sacrificar cierto consumo presente por bienestar futuro aportando cantidades periódicas a un plan de ahorro desde el inicio de la carrera.
  • Tratar de planificar el día después con la mayor antelación posible. Con 30 o 35 años queda mucha vida por delante. ¿Qué queremos hacer después? ¿Necesitaremos formación que facilite la recolocación? Hay que tratar de no agotar lo conseguido en los años buenos en vivir el resto de la vida. En algunos casos será directamente imposible. En otros imprudente, pues la vida es larga y da muchas vueltas.
  • Asesorarse siempre por profesionales de confianza. Muchos casos de ruina en deportistas se debe a un erróneo asesoramiento. También a la sensación de que al disponer de unos ingresos elevados se puede abordar cualquier inversión independientemente del riesgo que tenga. Las rentas elevadas también son vulnerables a malas inversiones y frecuentemente causan importantes estragos.

Por tanto, alcanzar el podio de la jubilación en el caso de los deportistas está muy vinculado a la planificación, la constancia y la visión de largo plazo. La jubilación es, nunca mejor dicho, una carrera de fondo.  

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