Un importante reto para el sistema de pensiones empieza a asomar en el horizonte: la jubilación de la conocida como generación del “baby boom”, es decir, de los nacidos entre los años 1958 y 1977, una generación que se creó en España a razón de 650.000 nacimientos anuales y que comenzará a jubilarse a partir del año 2023 o incluso antes, si tenemos en cuenta que muchos trabajadores acceden a la jubilación de forma anticipada.

La jubilación de esta generación afectará de forma notable a la tasa de dependencia (cociente que expresa la proporción existente entre la población dependiente y la activa, de la que aquella depende). Según estudios de la ONU, la población española de más de 65 años se duplicará en 2050 respecto a 2010, hasta alcanzar el 34,4% del total, lo que situará a España como el segundo país más envejecido del mundo, solo por detrás de Japón. En 2035 habrá casi 13 millones de españoles mayores de 65 años y en 2050 más de 15,5 millones. A esto contribuye que la natalidad cayó drásticamente tras la generación del baby boom, teniendo España actualmente una de las tasas de fertilidad más bajas del mundo.

Las pensiones de esta generación puede verse penalizada

La jubilación de esta generación tan numerosa puede tensionar el sistema de pensiones y requerirá un incremento del gasto, que actualmente ronda el 11% del PIB y que podría aumentar hasta el 12,5% del PIB en 2045. Y ello, pese a los ajustes que han introducido las reformas recientes con el fin de aliviar el gasto: la reforma de 2011 retrasará la edad de jubilación de los 65 a los 67 años y exigirá más años de cotización para alcanzar el 100% de la pensión. La reforma de 2013 introdujo el Índice de Revalorización de las Pensiones (vincula el crecimiento anual de las pensiones a la salud de las cuentas de la Seguridad Social) y el Factor de Sostenibilidad (que vincula la cuantía de las pensiones a la esperanza de vida), si bien tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2018 se suspende la aplicación del IRP en 2018 y 2019 y se retrasa la entrada en vigor del Factor de Sostenibilidad hasta una fecha no posterior a enero de 2023.

Pese a todo esto, los próximos jubilados del baby boom pueden ver penalizada la cuantía de su pensión, como se desprende del estudio “El factor demográfico en la sostenibilidad del sistema de pensiones en España”, del Centre d’Estudis Demogràfics de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Esta generación de trabajadores, que acreditan largas carreras de cotización y que han cotizado por bases elevadas, pueden verse penalizados en su jubilación al aplicarse en el cálculo de sus pensiones estos cálculos correctores.

Cada vez es más evidente la necesidad de planificar la jubilación para asegurarse un retiro tranquilo, idealmente realizando aportaciones periódicas y constantes desde el primer salario.