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La longevidad y el “greyny boom”

Cae el maná y (casi) nadie parece darse cuenta: demografía (y pensiones) tal como lo ve y se lo cuenta a sus amigos José Antonio Herce

Tiempo de lectura: 3 minutos

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La longevidad y el “greyny boom”

© Josh Wilburne - www.unsplash.com

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El autor reflexiona en este artículo sobre la longevidad y el envejecimiento desde un enfoque menos académico que el habitual: planteado como si estuviera conversando con amigos y, por tanto, en un lenguaje más informal.

Para José Antonio Herce, la sociedad no ha sido capaz de entender aún la longevidad y sus implicaciones en ámbitos tan importantes como el de las pensiones. Prueba de esto es que la edad de jubilación (65 años) no ha cambiado durante más de un siglo, mientras que la esperanza de vida (al nacer o en cualquier otra edad, incluidos los 65 años) se ha duplicado con creces en el mismo lapso de tiempo. Al mismo tiempo, los organismos y los planes relacionados con las pensiones en todos los niveles no están preparados para este cambio. Cuando y donde se promueven soluciones políticas, estas soluciones no están de ningún modo diseñadas para hacer frente ni siquiera a una prolongación lineal de la longevidad. En particular, las políticas a favor de la natalidad, concebidas, diseñadas e implementadas para ayudar a sostener los planes de pensiones públicos (y privados) de todo el mundo (o a ganar lo suficiente para llevar una vida digna después de la jubilación), son especialmente erróneas, dadas las actuales tendencias normales de la longevidad. Solo el reconocimiento de lo que es la longevidad y cómo evoluciona contribuirá a que surjan soluciones efectivas y eficientes. Estas soluciones tienen un denominador común: romper el techo de cristal de los 65 años de edad.

En opinión de José Antonio Herce, las futuras políticas en el ámbito de las pensiones deben tener en cuenta una serie de puntos cruciales:

  • La esperanza de vida al nacer lleva incrementándose prácticamente de forma lineal a un ritmo de 2,5 meses por año en los últimos 160 años y no hay ninguna razón para esperar que disminuya a largo plazo.
  • En el caso de España, esta evolución significa que hoy en día la edad equivalente a los 65 años en 1900, cuando se observa el mismo porcentaje de una generación que ese año superó los 65, es 91 años, 26 años más.
  • Sin embargo, si examinamos la edad de hoy en día en la que la vida restante es igual que a los 65 años en 1900 (9,1 años, unisex), encontraremos que es 81 años, 16 años más.
  • Algunos avances recientes en laboratorios han detenido prácticamente el envejecimiento en la Drosophila y en otros insectos y animales. Esto podría acelerar la longevidad en los seres humanos, y podríamos ser testigos de ello en nuestras vidas.
  • Los planes de pensiones actuales, ya sean públicos o privados, basados en prestaciones definidas o en aportaciones definidas, no pueden aguantar en términos de sostenibilidad ni de suficiencia (de las prestaciones), ni siquiera pueden aguantar la prolongación de la longevidad a las tasas anteriores, que se da por descontado. Y mucho menos si el ritmo de la longevidad se acelera.
  • En este contexto, la política actual, basada sobre todo en tímidos ajustes de la edad de jubilación, de los niveles de prestaciones y en el fomento del ahorro a largo plazo, es manifiestamente insuficiente. En lo que concierne a los incentivos a favor de la natalidad, la política es igualmente errónea.
  • Solo hace falta sentido común, un lápiz y hacer unos cálculos (no es necesario haber ido a Harvard) para darse cuenta de que (usando datos españoles y para este país) los 2,5 meses de vida extra de los que disfruta cada cohorte con respecto a la anterior (a los 65 años, por ejemplo) suman aproximadamente 100.000 bebés cada año.
  • El paso siguiente es darse cuenta de que en vez de sobornar a las personas para que tengan esos bebés extra (dejándoles hacer, no obstante, lo que deseen en este asunto) es verdaderamente más eficaz deshacerse de la tiránica barrera de los 65 años.
  • Hagamos posible que este “greyny boom” o boom de los canosos se materialice en la economía y en la sociedad y caerá el maná para todos. 

Te recomendamos leer en profundidad el informe "La longevidad y el greyny boom" PDF (0,3 Mb) 

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