La situación económica en España ha provocado que los hogares españoles lo tengan difícil para ahorrar: casi seis de cada diez, el 57% del total, confiesa que no consigue ahorrar parte de los ingresos que entran en el hogar.
Así lo muestran los resultados de la segunda edición de la encuesta "Las pensiones y los hábitos del ahorro en España", elaborada por el Instituto BBVA de Pensiones.
De entre aquellos que sí ahorran, lo hacen mayoritariamente sin un objetivo concreto: el 79% confiesa que ahorra de forma general, es decir, para aspectos tales el futuro, cubrir emergencias o imprevistos que puedan surgir, por hábito/costumbre, o para vivir mejor y mejorar la calidad de vida. En España, el ahorro tiene mayoritariamente un objetivo no concreto, es decir, existe una "cultura del ahorro" generalizado frente a la concreción del mismo.
Menos de la mitad de los ahorradores piensa en un ahorro finalista concreto, en aspectos tales como viajar o irse de vacaciones, ahorrar para la familia o el futuro de los hijos, pagar sus estudios, adquirir una vivienda, amortizar hipoteca, adquirir un coche, hacer reformas en el hogar...
Entre los que no ahorran pero les gustaría hacerlo la situación cambia. Su ideal del ahorro es más estable, y tanto los objetivos concretos del mismo como los generales se sitúan a niveles similares, frente a los objetivos del ahorro que ya se está realizando.
Así, existe una clara diferenciación entre los objetivos del ahorro actual (el que ya se está realizando) frente a los objetivos ideales de ahorro: mientras el primero viene determinado por la cultura del ahorro por el ahorro, el ideal de ahorro consiste en cumplir objetivos concretos.
