Sin embargo, hay otros hábitos que pueden incrementar nuestros gastos y, por lo tanto, mermar nuestro ahorro, sin darnos cuenta. Para tener un buen control de nuestros gastos, se ha de tener en cuenta una serie de hábitos y gestos que nos pueden hacer perder dinero sin darnos cuenta. Estos son algunos:
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1. No hacerse un presupuesto
El presupuesto es un instrumento muy útil para gestionar el día a día de nuestras finanzas personales y saber en qué gastamos nuestro dinero.
Además, el presupuesto es fundamental para hacer previsiones a corto plazo de ciertos gastos: reparaciones en la vivienda o del coche, un viaje de vacaciones, una celebración familiar.
Hacerse un presupuesto es el primer paso para ahorrar.
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2. No revisar las facturas
Los recibos de los suministros de nuestra vivienda (electricidad, agua, gas…) son uno de los gastos más importantes. Muchas veces no dedicamos tiempo a comparar las distintas opciones de proveedores que hay en el mercado, para buscar la mejor oferta económica o la que mejor se adapta a nuestros consumos.
Ejemplos de algunos hábitos que nos estarían haciendo perder dinero son que la potencia contratada de la luz no sea la adecuada, o cuando pagamos varios servicios de internet o de streaming que no usamos o, al menos, uno de los cuales no usamos.
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3. No planificar la compra
Planificar las comidas de toda la semana producirá que ahorremos dinero. Es conveniente tener una lista de compra definida a priori. Podemos aprovechar ingredientes para varios platos, o cocinar para varios días y evitaremos desperdiciar comida.
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4. No comparar precios
No comparar precios entre distintos establecimientos (por ejemplo, entre supermercados en el caso de alimentación) o entre marcas, nos puede suponer que paguemos de más por el mismo producto o servicio.
Dedicar tiempo para evaluar distintas opciones que haya en el mercado, comparando las características, calidades y los precios puede suponernos un ahorro importante. -
5. No disponer Electrodomésticos eficientes
Para ahorrar en electricidad es fundamental que nuestros electrodomésticos tengan una buena calificación energética. Por ejemplo, el frigorífico es uno de los electrodomésticos que más consume, y tiene que estar funcionando todo el día. Fíjate en la etiqueta energética de tus electrodomésticos y, si alguno de los que tienes no es eficiente (por ejemplo, “C” o peor), toma decisiones de cambiarlos. La inversión inicial por cambiarlo la amortizaras rápidamente.
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6. No controlar los gastos hormiga
Los gastos hormiga son pequeños gastos casi diarios que no suponen mucho dinero, pero que a fin de mes hacen una suma importante: desayunar fuera de casa, añadir caprichos al carro de la compra mientras haces cola en la caja, esa plataforma de streaming que no ves nunca, coger el coche o transporte público en vez de andar 15 minutos…
Más Información: ¿Qué son los gastos hormiga y como afectan a nuestra economía personal?
