El Factor de Sostenibilidad tiene como misión afectar al cálculo la pensión inicial de jubilación, de manera que el importe total que se perciba a lo largo de la vida un pensionista, que acceda al sistema de pensiones dentro de un cierto número de años, y que previsiblemente tendrá mayor esperanza de vida, sea equivalente al que percibiría el que se jubile en un momento anterior.
Para ello se relaciona la esperanza de vida estimada en ambos momentos. Por tanto, este factor iba a provocar que la cuantía de la pensión de aquellos que vayan a disfrutar de una mayor esperanza de vida sea menor, dado que se presume que la van a percibir durante un mayor número de años.
Partiendo de un sistema en vías de ajuste
Actualmente nuestro país se encuentra en fase de ajustar su sistema de previsión a las nuevas realidades, ya que los retos son importantes: una población con una fuerte tendencia al envejecimiento nos lleva a estructuras sociales con más beneficiarios de prestaciones y en cambio menos contribuyentes que con sus cotizaciones sostengan el sistema.
De forma adicional existe una dificultad añadida derivada de una elevada tasa de desempleo, puesto que reduce el número de cotizantes y aumenta el gasto en las cuentas públicas al incrementar el número de perceptores de prestaciones.
¿Qué es el factor de sostenibilidad?
El factor de sostenibilidad era uno de los ejes fundamentales de la reforma de las pensiones en España. Se iba a aplicar a partir del año 2019 y añadía dos nuevas variables al cálculo de la pensión a las ya existentes actualmente, como son la edad de jubilación, los años cotizados, la cuantía cotizada, etc. Por el momento y estando en trámite los Presupuestos Generales del Estado se contempla su suspensión.
Se iba a tener en cuenta al calcular la primera pensión de jubilación de los nuevos jubilados su esperanza de vida en dicho momento. A esto se le conoce como factor de equidad intergeneracional y es la primera variable. El factor de equidad intergeneracional (FEI) estaba previsto que se revisaría cada 5 años en función de la evolución de la esperanza de vida.
¿Por qué introducir esta nueva variable?
El objetivo fundamental era que, dado que la esperanza de vida ha aumentado considerablemente y se estima que lo siga haciendo en España, los jubilados percibieran a igual contribución durante la etapa como cotizantes, el mismo importe vía pensión pública de jubilación como jubilados.
Pero, como la esperanza de vida tiende a aumentar y los futuros jubilados vivirán más años como tal que los actuales jubilados, sus derechos cotizados durante la etapa activa deberán repartirse durante un número mayor de años, por tanto, aunque de manera global reciban de manera equivalente a los jubilados actuales, la cuantía mensual sería más reducida. Es decir, se cobraría menos al mes, pero durante más años.
Sería necesario esperar a la evolución definitiva de la esperanza de vida en 2019 (en ese año se iba a tomar como referencia el lustro 2013-2017, dejando un año de margen, 2018, para contar con datos cerrados) para tener cálculos precisos, pero se estima que en el primer año de aplicación, esta variable si se hubiese aplicado podía haber supuesto un descuento en la pensión de en torno a un 0,47%.
Esto suponía un impacto a tener en cuenta en la planificación de nuestra jubilación, y es que mensualmente ingresaremos menos, con lo que será necesario revisar nuestras previsiones y compromisos de gastos mensuales.
¿Cómo te afectaría el factor de revalorización anual (FRA)?
El factor de revalorización anual: Es el segundo componente del factor de sostenibilidad. Supone ligar la revalorización de las pensiones a la salud de las arcas públicas. Implica que las pensiones solo suben si aumentan los ingresos del sistema por encima de la tasa de crecimiento del número de pensiones. Este factor se movería entre unos valores situados entre un mínimo del 0,25% y un máximo del IPC + 0,5%.
Existe la posibilidad de que los futuros jubilados cobrasen una pensión más baja que quienes se retiraron antes en las mismas condiciones, pero no verían recortada la prestación durante los años que la perciban.
La aplicación del El FRA o IRP ( Indice de revalorización de las Pensines) está suspendido y todo indica que se derogará en el corto plazo y se sustituirán por el IPC real. Durante 2019 (1,6%) y 2020 (0,9%) las Pensiones se revalorizarón según el IPC estimado, y para 2021 se revalorizarán incialmente también por el IPC estimado ( 0,9%). Siguiendo las recomendaciones del reciente acuerdo del Pacto de Toledo (octubre 2021), el Gobierno tiene la intención de legislar el establecimiento de un sistema estable de la revalorización de las Pensiones vinculada a la inflacion real.
