De acuerdo al anterior sistema de revalorización de las pensiones, que transitoriamente se aplicó hasta 2021 (en los años 2018, 2019, 2020 y 2021), aprobándose cada año en la Ley de Presupuestos Generales del Estado, las pensiones se revalorizaban de acuerdo al Índice de Precios al Consumo (IPC) estimado por el Gobierno a inicios de año. Si a final de cada año afloraba alguna desviación negativa por haber sido el IPC estimado inferior a la variación real del IPC, se regularizaba y compensaba a inicios del ejercicio siguiente a través de este pago compensatorio que era la paguilla.
Este método sustituía al entonces suspendido de aplicación, y actualmente ya derogado, Índice de revalorización de las pensiones-IRP (que antes de 2018 venía abocando a una revalorización anual de la pensiones del 0,25%).
Con el nuevo sistema de revalorización de las pensiones públicas, vigente desde 1 de enero de 2022, las pensiones contributivas se revalorizan cada año según la variación del Índice de Precios al Consumo (IPC) interanual medio de los 12 meses previos a diciembre del año anterior. Por lo tanto, para 2023, se incrementarán en el IPC interanual medio en los meses que van desde diciembre de 2021 a noviembre de 2022.
Por lo tanto, al revalorizarse las pensiones sobre datos cerrados de inflación real, y no sobre estimaciones, ya no es necesario un sistema para compensar diferencias.
Para este año 2022, que fue el primer ejercicio en que se aplicó este método, se tuvo en cuenta la inflación media desde diciembre de 2020 a noviembre de 2021. Teniendo en cuenta ese dato, la revalorización de las pensiones contributivas para 2022 fue del 2,5%.
Además, antes de que se aplicase esa revalorización para 2022, los pensionistas recibieron la “paguilla”, para compensar la desviación de un 1,6% que había entre el 0,9% al que se revalorizaron las pensiones a inicio de 2021 (según el método aplicado hasta el año 2021, que era el IPC previsto para el año) y el 2,5% que finalmente subió la inflación media de los 12 meses previos a diciembre.
Teniendo en cuenta el efecto de la paguilla, las pensiones en 2022 subieron en total un 4,1%, salvo las pensiones mínimas que subieron en total un 4,6%.
Esa paguilla se pagó por última vez a inicios de 2022 (en enero), debido a que al cambiar el método de revalorización de las pensiones y pasar de tenerse en cuenta para la misma la variación del IPC medio del año previo, en lugar del IPC estimado para el año entrante con una regularización posterior a cierre de año si este fuera mayor (como se hacía hasta ahora), ya no procederá esa regularización.
Para 2023 De acuerdo a la Ley 21/2021, de 28 de diciembre, de garantía del poder adquisitivo de las pensiones y otras medidas de refuerzo de la sostenibilidad financiera y social del sistema público de pensiones, y tal y como recoge el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023, las pensiones contributivas se revalorizan también de acuerdo al Índice de Precios al Consumo (IPC) medio de los 12 meses previos a diciembre de 2022 (entre diciembre 2021 y noviembre 2022).
Según la estimación del Gobierno (de inicios de octubre), de acuerdo a esta fórmula, las pensiones se revalorización en un 8,5%, teniendo en cuenta la previsión del ejecutivo español de que la inflación media interanual diciembre 2021-noviembre 2022 se sitúe en ese 8,5%.
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