Cuando consigues tu primer empleo, sueles gastar tu dinero sobre todo en ocio, ropa, viajes o alquileres e hipotecas, si también te has independizado del hogar familiar. Sientes que tienes mucho tiempo por delante y podrías dejar de lado la inversión para el futuro. Sin embargo, no existe mejor momento para comenzar los ahorros: invertir desde muy joven maximiza los ahorros para la jubilación.
Los expertos recomiendan empezar a ahorrar cuanto antes para amasar una buena cantidad de cara a la jubilación, pero ¿por qué lo hacen? ¿Cuál es la razón para que las recomendaciones de los asesores indiquen que el ahorro es más beneficioso cuanto antes empiece? La respuesta es clara: el tiempo es un buen aliado del ahorro porque puede ayudar a reducir sus costes y puede hacer que el ahorro necesario para obtener unos ingresos futuros sea menor. En resumen, el tiempo facilita el ahorro futuro.
Por eso los expertos tienen claro que cuanto antes, mejor, y lo ideal es empezar a hacerlo en el momento en que comienza la vida laboral. Julio Fernández, profesor del IEB, defiende que el momento idóneo para empezar a ahorrar es el momento de entrada en el mercado laboral. En ese momento, defiende que probablemente el salario será más bajo y, por tanto, las aportaciones para el ahorro privado serán más pequeñas. Pero, en la medida en que avance la carrera profesional y aumente el salario y el poder adquisitivo del trabajador, esas aportaciones crecerán para dar lugar a unos ingresos futuros mayores.
Así, los expertos dicen que el ahorro a edades más tempranas es beneficioso, no solo porque la cantidad final acumulada será mayor sino también porque su inversión permitirá un crecimiento del capital más abultado, al beneficiarse del efecto del interés compuesto. Así, para llegar a una misma cantidad, el que empiece antes a ahorrar tendrá que aportar menos capital que el que empiece después: en definitiva, que el coste de ahorrar será mucho menor cuanto antes se empiece a hacerlo.
De esa manera, se fomenta el ahorro responsable. Sería bueno que cualquier joven supiera analizar sus gastos e identificara los prescindibles e imprescindibles para mantener una calidad de vida buena y poder dedicar una parte, aunque sea mínima, a esa cobertura futura. Cuanto más tiempo se lleve ahorrando, la cantidad será mayor y mejor podrá uno jubilarse. Y se podrá ahorrar poco a poco, con menores sacrificios.