Un error generalizado cuando llegamos a nuestra fecha oficial de jubilación es rescatar inmediatamente nuestro plan de pensiones. Con la nueva normativa, ya no es necesario.
El plan de pensiones se puede mantener e incluso podemos seguir aportando al mismo para beneficiarnos de la reducción en base imponible de IRPF.
Lo primero, tenemos que echar cuentas para ver si necesitamos disponer o no de nuestros ahorros para complementar la pensión pública; después rescataríamos primero nuestros fondos de inversión (por tener mejor fiscalidad que los planes) y a continuación, reembolsaríamos nuestros planes de pensiones, idealmente en forma de renta mensual para pagar lo justo a Hacienda.