BBVA Mi jubilación - Fondo documental

En este paper, los autores documentan que los multiplicadores del gasto público dependen de la estructura de edad de la población. Utilizando la variación en el gasto militar y las tasas de natalidad en los estados de EE. UU., Mostramos que el multiplicador fiscal local es 1,5 y aumenta con la proporción de población de jóvenes, lo que implica multiplicadores de 1,1 a 1,9. Un modelo neokeynesiano de economía abierta con ciclo de vida parsimonioso, imperfecciones en el mercado crediticio y diferencias específicas por edad en la oferta y la demanda laboral explica el 87% de la relación entre los multiplicadores locales y la demografía. El modelo implica que el envejecimiento de la población estadounidense entre 1980 y 2015 provocó una caída del 38% en los multiplicadores del gasto del gobierno nacional.

Según el autor del estudio, el profesor Juan Carlos Higueras, el actual sistema de pensiones “tiene fecha de caducidad, no es sostenible y no permitirá ofrecer pensiones suficientes y dignas para los jubilados que están por llegar”, avisando de la necesidad de acometer una reforma integral del sistema y cambios estructurales en nuestra economía para darle soporte. Sus principales conclusiones serían las siguientes: 1) el efecto del COVID-19 sobre la economía no ha hecho más que agudizar el problema existente y acelerará un proceso de reforma que Europa hace tiempo reclama; 2) en España, actualmente, hay 3 personas en edad de jubilación por cada 10 en edad de trabajar, mientras que en 2050 habrá un jubilado por 1,72 personas en edad de trabajar; 3) en 2019, la brecha de género se mantiene, pues los hombres percibieron una pensión media de 1.212,67 euros frente a las mujeres, que es de 793,9 euros; 4) País Vasco, Asturias y Madrid, las comunidades con pensiones más altas; mientras que Galicia y Andalucía las que menos; 5) se señala la necesidad de inculcar mucho más el ahorro previsional, pues la tasa media de ahorro de los españoles en planes y fondos de pensiones es de 9,35% respecto al PIB y la media de los países de la OCDE es superior al 35% del PIB.

En este informe se extraen consecuencias sobre la salud en España desde diversas perspectivas. En primer lugar, sobre la percepción propia del estado de salud de los ciudadanos, sobre la prevalencia de trastornos crónicos, deterioro cognitivo, autonomía para la vida diaria y dolor físico. Todos estos datos se muestran desagregados por género y edad. Un segundo ámbito es el del uso de los servicios sanitarios, haciendo hincapié en la utilización de los servicios dentales, programas de detección de enfermedades y vacunación, así como la cobertura sanitaria comparada con otros años. Por último, se pone de manifiesto otras cuestiones como la tasa de obesidad, hábitos sedentarios, lactancia, así como consumo de alcohol y tabaco.

El FMI ha advertido que los jubilados que se retiren en 2017 perderán el 30% de su poder adquisitivo a lo largo del periodo que dure la restación. También advierte de que “un trabajador que hoy tenga 47 años, y se retire en 2037 a la edad de 67 años, sufrirá también una reducción en su capacidad adquisitiva. Sin embargo, a esta caída habrá que sumarle una reducción en la pensión inicial de alrededor del 10% como consecuencia del factor de sostenibilidad, por lo que la pérdida total será del 40%”. Es evidente que es un tema relevante y, por lo tanto, hay que prestarle la suficiente atención, para poder conocer sus efectos futuros y tratar de buscar soluciones.

Este trabajo investiga los valores proyectados de la mediana de edad y la ratio de dependencia en 65 o más años en España y Portugal, teniendo en cuenta las cifras presentadas por los diferentes organismos internacionales (ONU y Eurostat) y nacionales (Institutos Nacionales de Estadística de España y Portugal), y las propias proyecciones realizadas por los autores. Las proyecciones de población realizadas bajo escenarios realistas son relevantes a la hora de evitar errores de estimación respecto al envejecimiento de la población. Dichos errores podrían afectar seriamente a la sostenibilidad de los sistemas de pensiones.

El análisis revela que la situación financiera del sistema se ha ido deteriorando con el paso del tiempo debido fundamentalmente a dos factores. Como es sobradamente conocido, uno de ellos es el envejecimiento de la población española, que se ha traducido en un gradual descenso en el número de personas en edad de trabajar que han de financiar cada pensión con sus cotizaciones sociales. Una conclusión más novedosa es que el segundo factor, que sorprendentemente resulta ser cuantitativamente más importante que el primero, es la fuerte desaceleración del crecimiento de la productividad y por tanto de los salarios reales.