Nueva llamada de atención del Banco de España sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones, esta vez en el marco de las jornadas de Inverco celebradas el pasado 25 de enero.
Bajo el título “Envejecimiento y pensiones en España: situación y retos”, Óscar Arce, director general de Economía y Estadística, sostiene que “la viabilidad social y financiera del sistema público de pensiones requiere de reformas, previsiblemente, tanto por el lado de los ingresos como de los gastos”.
Arce recuerda que el déficit de la Seguridad Social ya excede el 1,5% del PIB, y que los retos venideros como el aumento de la esperanza de vida y la jubilación del “baby boom” seguirán presionando las cuentas de la Seguridad Social, duplicándose la tasa de dependencia en las próximas décadas. “Con el objetivo de hacer frente a estos retos se implementaron las reformas de 2011 y 2013, si bien, la suspensión reciente de la reforma de 2013 suscita ciertas reservas sobre la viabilidad del sistema a medio y largo plazo”. Concretamente, Arce advierte que vincular nuevamente las pensiones al IPC, sin tomar otras medidas, aumentaría el gasto en 1,9 puntos porcentuales del PIB en el año 2030 y en 3,4 en 2050.
Según Arce, una futura reforma del sistema de pensiones debería descansar sobre dos pilares: sostenibilidad financiera y social por un lado, y contributividad, predictabilidad y transparencia, a lo que podría contribuir un sistema de cuentas nocionales.
Destacan cinco mecanismos de ajuste:
- Tasa de sustitución: Dado un nivel de ingresos, la restricción presupuestaria impone un límite a la tasa de sustitución que el sistema puede proveer. Mantener la tasa actual requeriría un fuerte incremento de los ingresos.
- Edad de jubilación: Dado que la edad efectiva de acceso a la jubilación es baja (alrededor de los 63 años), existe margen para incrementarla. También cabe la opción de vincularla a la esperanza de vida, como están haciendo otros países. Se debe tener en todo caso en cuenta la heterogeneidad del ciclo laboral de los distintos trabajadores.
- Alternativas por el lado de los ingresos: puede ser aconsejable un incremento de la imposición indirecta. También, limitar el uso de exenciones y beneficios fiscales en las cotizaciones sociales. Destopar cotizaciones puede ser efectivo a nivel recaudatorio, si bien tendría efectos negativos en la demanda de trabajo.
- El ahorro privado: el ahorro financiero destinado a la jubilación es muy inferior en España (14% del PIB) que en la media de la OCDE (83%). Un cambio en la composición del ahorro de inmobiliario a financiero podría contribuir en este sentido.
- Incentivos fiscales al ahorro: está demostrado que tienen un efecto limitado, especialmente concentrado en rentas elevadas.
Ventajas de las cuentas nocionales
Según Arce, la adopción de un sistema de cuentas nocionales puede contribuir a la transparencia, predictabilidad y contributividad del sistema:
- La relación entre cotizaciones y prestaciones es más directa.
- El cálculo de las prestaciones es más transparente para el trabajador.
- Sin embargo, no elimina per se la disyuntiva entre la suficiencia y los recursos disponibles del sistema público de pensiones.
Pablo Antolín: “el sistema español de capitalización no cumple las recomendaciones de la OCDE”
Por su parte, Pablo Antolín, jefe de la Unidad de Pensiones de Capitalización de la OCDE, presentó el último informe de la organización “Pensions Outlook 2018” y advirtió de que el sistema de capitalización español no se ajusta a las recomendaciones de la OCDE y que la solución pasa por realizar una reforma integral.
Antolín considera importante diversificar el reparto y la capitalización. Respecto al primero, ha recomendado a los países que cuando tengan superávit, lo ahorren siempre.
El representante de la OCDE ha señalado que la propuesta de este organismo pasa por poner en marcha un sistema de contribución al ahorro por defecto para todos los trabajadores, con la flexibilidad suficiente para que cada uno pueda, si quiere, tomar decisiones personalizadas.
Por último, se ha referido a la pensión de viudedad y ha sostenido que ésta debe ser rediseñada para adecuarse a la realidad, dado que España es el país de la OCDE con más beneficiarios de esta prestación y donde además se carga a la Seguridad Social en lugar de a los presupuestos. "No decimos que haya que eliminarlas, sino que hay que ajustarlas a la realidad de la gente, hay que diseñarlas mejor para ayudar a las personas".
La OCDE ha venido recomendando hacer de la pensión de viudedad una prestación temporal que se adapte a la situación del beneficiario y que, en todo caso, solo accedan a una prestación definitiva quienes ya estén jubilados.
