La planificación de la jubilación hay que realizarla en función de tu edad, capacidad de ahorro y nivel de vida deseado para la jubilación para que no tengas sorpresas para entonces, te damos estos cuatro consejos fundamentales:
¿Cuándo hay que comenzar a ahorrar para la jubilación?
Comienza a ahorrar a los 30-35 años, mensualmente, porque permite que nuestro esfuerzo de ahorro sea con cantidades más pequeñas, y te lo recomendamos por una razón clara:En el futuro será necesario ahorrar más porque las reformas ya aprobadas provocarán una reducción de las pensiones de aquellos que se jubilen a partir del año 2020.
¿Cuánto hay que ahorrar para la jubilación?
No hay una respuesta única, ya que la cantidad dependerá de cada persona. En cualquier caso, te recomendamos usar calculadoras y simuladores que permiten hacer estimaciones personalizadas.¿Cuándo debemos revisar nuestro plan de ahorro para la jubilación?
Es recomendable revisar al menos, una vez al año, el plan de ahorro para la jubilación para comprobar si se cumplen o no los objetivos establecidos.¿Cuál es el producto de inversión más adecuado para la jubilación?
No hay inversiones mejores o peores sino productos que se ajustan mejor a nuestro objetivo y el llamado perfil de riesgo de cada persona.Hay cuatro conceptos que tienes que saber y son:
a. El perfil de riesgo, es la capacidad de asumir las pérdidas que pueden producirse en las inversiones y va cambiando a lo largo de la vida. Con 20 años al ver la jubilación más lejana se puede ser más arriesgado; pero hablando con mis padres, que están a punto de jubilarse, están traspasando sus ahorros a productos más conservadores para evitar posibles pérdidas justo antes de la jubilación.
b.
Liquidez. Algunos productos de ahorro destinados a la jubilación no son líquidos es decir, si se invierte en ellos no se puede rescatar el ahorro acumulado hasta que se produzca alguno de los riesgos cubiertos por éstos. Tenlo en cuenta tus posibles necesidades de liquidez en el corto y medio plazo antes de decantarte por uno.
c. Comisiones y gastos. Piensa que estamos hablando de inversiones a muy a largo plazo, por tanto las comisiones y gastos asociados pueden ser muy elevados y así reducir su rentabilidad.
d. Fiscalidad. Incluye el criterio de fiscalidad durante el proceso de selección del producto de inversión, ya que los rendimientos generados por los productos financieros en los que se invierten los ahorros están sujetos a tributación.
c. Comisiones y gastos. Piensa que estamos hablando de inversiones a muy a largo plazo, por tanto las comisiones y gastos asociados pueden ser muy elevados y así reducir su rentabilidad.
d. Fiscalidad. Incluye el criterio de fiscalidad durante el proceso de selección del producto de inversión, ya que los rendimientos generados por los productos financieros en los que se invierten los ahorros están sujetos a tributación.
