Es bien conocido que los planes de pensiones gozan de ventajas fiscales, porque las aportaciones permiten rebajar la base imponible del IRPF a los trabajadores, con ciertos límites. (Cómo pagar menos impuestos gracias a la contratación de planes de pensiones). Lo que quizá no es tan conocido es que esas ventajas aplican tanto a trabajadores por cuenta ajena como a aquellos por cuenta propia.
¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que, si eres autónomo y buscas la manera de optimizar la fiscalidad, los planes de pensiones son tus aliados. Es decir, haciendo aportaciones a estos productos puedes pagar menos impuestos.
La clave está en que los planes de pensiones (además de otros productos de previsión social como los planes de previsión asegurados) permiten reducir la base imponible del IRPF, el impuesto de la renta de las personas físicas. Al reducirlo, es posible que el porcentaje impositivo que se te aplique sea menor porque, en función de lo que ganes, el tipo marginal será mayor o menor. Y, en todo caso y aunque el porcentaje no varíe, los impuestos que pagarás, en términos absolutos, serán más bajos porque la base imponible será también menor.
Con todo, has de hacer tus cuentas porque no podrás reducirte cualquier cantidad que aportes. Hay límites: la reducción tiene como límite la menor de las siguientes cantidades: 8.000 euros al año o el 30% de la suma de los rendimientos netos del trabajo personal y de actividades económicas, una cifra ampliable en algunos casos. Fundamentalmente, con aportaciones a favor del cónyuge o de familiares discapacitados.
Otras formas de reducir carga fiscal en los autónomos
Además podemos deducir las aportaciones a favor del cónyuge si no tiene rentas o éstas son inferiores a 8.000 euros. El límite máximo en este caso es de 2.500 euros.
También se pueden deducir las primas pagadas por el autónomo en los seguros de vida que cubran el riesgo de fallecimiento (incluida invalidez). El máximo deducible por este concepto es de 500 euros anuales. Igualmente se pueden desgravar las primas pagadas por los seguros de salud, tanto del autónomos como de los miembros de su familia, con un máximo de 500 euros al año por cada miembro de la familia.
Aquellos autónomos que tengan trabajadores a su cargo pueden deducir en la misma cuantía las cantidades pagadas por los conceptos anteriores a favor de sus trabajadores.
