Es quizá algo más que una evidencia: una necesidad social de la que alertan numerosas voces basándose en irrefutables datos sobre proyecciones económicas y demográficas para las próximas décadas. En bienestar de los futuros jubilados pasará obligatoriamente por una implicación personal en la planificación financiera de esta etapa de la vida.
En el marco del acercamiento de la formación financiera a la sociedad y de su concienciación sobre esta realidad, INVERCO (Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones) y UNESPA (Asociación Empresarial del Seguro) han querido aportar su mensaje con motivo de la Semana de Educación Financiera.
España cuenta con un moderno sistema de previsión pública que toma forma en la Seguridad Social, cuya regulación viene definida en el artículo 41 de la Constitución, que promulga los principios de universalidad, gestión pública del sistema, y suficiencia de las prestaciones.
El sistema público de pensiones, basado en el principio de reparto (las cotizaciones de los trabajadores en activo financian las prestaciones existentes en ese momento) es garantía de cohesión social y es, en términos de prestaciones por jubilación en relación al salario del trabajador en los últimos años de vida laboral, uno de los más generosos de los países desarrollados.
Sin embargo, este nivel de generosidad no va a poder seguir manteniéndose para futuros jubilados, derivado de un fenómeno que es una gran noticia para la sociedad y todo un logro del Estado de Bienestar: cada vez vivimos más años y por tanto hay que abonar pensiones durante un periodo de tiempo más prolongado. En dos décadas, las esperanzas de vida actuales, de aproximadamente 80 años en hombres y 85 en mujeres, pasarán a 85 y 89 años, respectivamente.
En este entorno, es necesario ahorrar mes a mes y con la máxima antelación posible para poder mantener el nivel de vida en la jubilación. Para ello, existen dos pilares dde previsión complementarios en los que apoyarse:
- En el ámbito privado: Con productos como planes de pensiones o planes de previsión asegurados permiten acumular un ahorro que ayude a mantener una jubilación holgada.
- En el ámbito de la empresa: Este es un pilar aún poco desarrollado en España en comparación con los países de su entorno. Algunas empresas ofrecen a sus trabajadores sistemas de previsión complementario como parte de su salario.
En la tarea de ahorrar para la jubilación, la antelación y la constancia son dos ingredientes fundamentales. A modo de ejemplo, un trabajador que ahorre 100 euros al mes desde los 30 años dispondrá de un capital acumulado en el momento de la jubilación de 66.000 euros.
Para mantener esta disciplina, es muy importante incorporar una partida de ahorro para la jubilación en la economía doméstica, como un gasto fijo más. Para facilitar esta tarea, es posible realizar aportaciones mensuales automáticas a nuestro plan de pensiones o producto de ahorro como si fuera una domiciliación más.
