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El estado del sistema público de pensiones y la revalorización de 2015

Rafael Doménech realiza un ensayo que pone el acento en los problemas inmediatos a que se enfrentarán las pensiones en esta década.

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El estado del sistema público de pensiones y la revalorización de 2015

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La aprobación en 2013 de la Ley del Factor de Sostenibilidad y del Índice de Revalorización del Sistema de Pensiones supuso no solo un avance fundamental para asegurar su sostenibilidad, sino también una mejora significativa en términos de información sobre su salud financiera. La revalorización de las pensiones se calcula teniendo en cuenta la evolución estructural (tendencial) de todos los ingresos y gastos en pensiones. La Ley incluía una disposición que obliga a una aplicación transparente del índice de revalorización, por lo que debe publicarse anualmente el valor de las variables que intervienen en su cálculo. Esta transparencia era un elemento central en el Informe del Comité de Expertos sobre el Factor de Sostenibilidad. La sociedad debe conocer de forma sencilla y clara cuánto aumentan las pensiones y por qué lo hacen. Una regla predecible junto con una información transparente introducen certidumbre para que la sociedad, a través de sus instituciones, y los ciudadanos, con sus decisiones individuales, puedan anticiparse al futuro.

Esta anticipación proviene de que la revalorización obliga a contar con previsiones sobre la evolución del sistema. La revalorización de las pensiones en 2015 se calcula con las medias de los ingresos y gastos con información de 2010 a 2015 y previsiones de 2016 a 2020. Estas previsiones del Gobierno, además de ser públicas, requieren de su valoración por parte de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Con el cumplimiento de estos requisitos de transparencia, las previsiones y su evaluación permiten que España pueda convertirse en un referente internacional en el diseño y aplicación de factores de sostenibilidad y revalorización de las pensiones. En este primer año de puesta en marcha del índice, la mayor parte de la información necesaria para su cálculo se ha conocido a través de la opinión que la AIReF acaba de emitir. Como la AIReF recomienda, es deseable que en los próximos años la disponibilidad de la información mejore con la publicación de toda información en el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado. ¿Cuál es el valor teórico del índice para 2015 y por qué en la practica la subida de la pensiones será del 0,25%? La regla del índice de revalorización es sencilla. En el Cuadro 1 se detalla la información necesaria para calcular la revalorización de 2015 con las medias para el periodo 2010 a 2020, tal y como se describe a continuación.

Cuadro índice de revalorización de las pensiones (IRP)

El crecimiento de las pensiones previsto viene dado por la tasa media de crecimiento de 2010 a 2020 de los ingresos del sistema (2,5%) menos las tasas medias del número de pensiones (1,4%) y de la pensión media (1,6%) por el efecto sustitución de pensiones que causan baja por otras nuevas que se dan de alta. Esta diferencia de tasas de crecimiento (igual a -0,5%) se ajusta por una corrección gradual y equivalente a la cuarta parte del déficit estructural del sistema.

 Ejemplo tipo

Con las previsiones actuales este déficit representa un 2,7% del gasto total, por lo que su corrección implica un efecto negativo de 7 décimas sobre el índice de revalorización. Con las tres tasas medias anteriores y el ajuste para corregir gradualmente el déficit estructural se obtiene que el índice de revalorización teórica para 2015 es igual a -1,2%, tal y como se muestra en la última columna del Cuadro 1. Al estar por debajo del límite inferior que establece la Ley, la revalorización efectiva será el mínimo previsto, es decir, el 0,25%, con una inflación subyacente que actualmente se sitúa en el -0,1%. Para una pensión de 1.000 euros al mes, la sostenibilidad del sistema requeriría una pequeña reducción de 12 euros. Sin embargo, la pensión aumentará en 2,5 euros. Como se indicaba en el Informe del Comité de Expertos, tan importante es que los ciudadanos conozcan las razones de los ajustes que sufren como la magnitud de los beneficios que reciben. Puesto que la financiación de las pensiones con un déficit permanente no es una opción, esta diferencia de 14,5 euros entre la revalorización teórica y la efectiva deberá compensarse en el futuro mediante una combinación de las siguientes alternativas.

La primera es la aportación de financiación adicional y permanente. O, lo que es equivalente, sacando del sistema algún régimen para que sea financiado con otros impuestos o sea compensado con la reducción permanente de gasto en otros capítulos. Como es evidente, esta solución no es gratis ya que, en definitiva, requiere permanentemente más impuestos o menos gasto público. La segunda es la mejora de la eficiencia en el funcionamiento del sistema para aumentar la recaudación o reducir el gasto. Esto se está consiguiendo mediante la lucha contra el fraude, la ampliación de bases o nuevos sistemas de liquidación. Y deberá seguir en el futuro con la aplicación del factor de sostenibilidad en 2019 y con nuevas medidas para eliminar regímenes especiales o incentivar el retraso voluntario de la jubilación, aprovechando el capital humano y experiencia de las personas de mayor edad

La tercera alternativa es mediante subidas menores de las pensiones futuras que las que permita la recuperación de los ingresos de la Seguridad Social, a medida que la economía mejore de manera estructural. Dependiendo de cómo sea este crecimiento y de cuán intensa y permanente sea la reducción de la tasa de paro, mayor será la revalorización de las pensiones y menor la brecha entre la pensión media y el salario medio. El índice de revalorización pone de manifiesto que un sistema de pensiones de reparto como el español no puede entenderse como algo aislado, sino como un elemento del Estado de bienestar totalmente integrado con el mercado de trabajo. En definitiva, las pensiones se revalorizarán en función de lo que podamos permitirnos y de lo que estemos dispuestos a pagar por ellas. La aplicación del nuevo índice de revalorización no solo facilita la sostenibilidad del sistema de pensiones sino que nos permitirá tener cada año previsiones a medio plazo, que darán una información muy útil sobre su salud presupuestaria. Con ella podremos anticiparnos al futuro y adoptar decisiones graduales, tanto públicas como privadas, con las que afrontar los potenciales desequilibrios que puedan producirse y mejorar el bienestar tras la jubilación. 

Rafael DoménechRafael Doménech es Economista Jefe de Economías Desarrolladas de BBVA Research y miembro del Comité de Expertos que elaboró el Informe sobre el Factor de Sostenibilidad del Sistema Público de Pensiones.

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