Un país que crece de manera diferente y vigorosa
Los salarios crecieron un 7% en 2018 en, la deuda pública se situó por debajo del 35% y el empleo indefinido supone más del 90% de los contratos.
Los tipos de interés han subido desde el 0,25% en agosto de 2017 al 2% en mayo de 2019, una excepción junto a Noruega que en esta era del dinero gratis encarece endeudarse y premia el ahorro.
Noruega y la República Checa tienen algo más en común, ambos son exportadores de energía. En concreto los centroeuropeos disponen de energía nuclear que exportan a sus vecinos y que les permite ser competitivos en los costes energéticos de la industria. Los centroeuropeos esperan alcanzar el 40% de su energía de las centrales atómicas en el año 2050.
La crisis de 2008 en la República Checa
En 2009 la economía checa cayó casi un 5% y en la recaída de 2012 acumuló 2 años de caída del PIB pero en 2015 ya creció al 5%, son las ventajas y desventajas de tener una economía flexible, exportadora y sin el escudo de la moneda común europea.
El crecimiento se corresponde con los aumentos de productividad y de cuota exportadora. Es cierto que la comparación con España tiene factores que no podemos obviar: el tamaño de la economía y la deuda acumulada. Aunque no es menos cierto que en 2008 la deuda española era también menor al 40% del PIB.
El mercado de trabajo checo y sus pensiones
El paro está por debajo del 3% por el contrario (y quizá debido a esto) la participación de las mujeres en el mercado de trabajo es inferior a lo que se produce en el resto de Europa, además la edad efectiva de jubilación es también inferior, tras la reforma de 2010 la edad de jubilación está aumentando desde los 62 años a los 65 a los que se llegará en 2030.
Que los mujeres trabajen menos y que todos se jubilen antes reduce las posibilidades de su economía pero que el paro sea solo del 3% y que el 90% de los contratos sean indefinidos compensa que se reduzca la población activa.
Caben otras políticas económicas, estemos atentos a la República Checa.
Es cierto que la economía de la República Checa tiene un entorno muy particular, el de un socio de la Unión Europea que no participa del Euro, cuya economía depende de las exportaciones, sobre todo del sector automovilístico, y que tiene una enorme influencia de Alemania. La dependencia del automóvil en un momento en que está en cuestión el transporte privado puede suponer un riesgo elevado.
Muchos factores no son extrapolables para la mayoría de economías del mundo pero la evolución del mercado de trabajo y por consiguiente del sistema de pensiones públicas nos debe invitar a seguir con interés lo que ocurra con la economía checa donde caben a la vez alzas salariales, bajo desempleo y estabilidad en el puesto de trabajo, un trinomio que rara vez se ve en armonía en el mundo desarrollado desde hace demasiado tiempo.
Es muy probable que podamos obtener enseñanzas de este ejemplo y convendría atenderlas en lugar de solo lamentarnos por la década perdida en España para el factor trabajo. En cualquier caso, la continuidad en el pago de pensiones en la cuantía que se abonan hoy en España es “variable dependiente” de la evolución del empleo y de la productividad del país.
